La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se nos ha descolgado con unas tremendas declaraciones: los profesores en huelga son (dice ella) los que realmente están atacando y poniendo en peligro la educación pública en la región. Maneras de ver las cosas. Maneras de vivir. Veamos:
Si entendemos la educación pública como lo hacen los políticos y financieros que mecen la cuna de esta crisis civilizatoria que, lo queramos o no, estamos viviendo, lo cierto es que tiene razón. Si entendemos los servicios públicos estatales como un nuevo yacimiento de plusvalor que extraer y que repartir entre amigos y socios, no hay duda de que alguien impide tan ingrata y (habría que suponerlo) necesaria labor: s trabajadores de la pública.
Si entendemos que los profesores deberían elegirse a dedo y sin oposición, por ejemplo (tal y como está ocurriendo con los que la Fundación “Empieza por Educar” envía a determinados IES como el IES Villarejo), y que deberíamos convertir en dinero el derecho fundamental a la educación, así expoliado para pitanza de los menos (como el grupo Santander, al que pertenece la Fundación antedicha), que maestros y profesores se movilicen para defender sus puestos de trabajo y sus condiciones de vida no es más que un sacrilegio contra los sagrados altares de la socialización de los costes y la privatización del beneficio.
Pero no olvidemos que el derecho a la educación, si ha de alcanzar a todos los ciudadanos sin exclusiones por razón de clase, raza o género; si ha de ser un pilar fundamental de una sociedad de la cooperación y el respeto a la diferencia; de la garantía de los derechos y la generalización del saber; sólo tiene unos defensores: quienes, en las calles y plazas, en los patios de los IES, sean padres, madres, alumnos o docentes, defienden (esos, sí, de verdad) lo público frente al gran saqueo neoliberal.
Y esos defensores han de ser conscientes de una cosa: no están solos ni son los únicos atacados en esta carrera cleptocrática hacia el abismo del capitalismo financiero y especulador. La Sanidad, el agua, las formas de vida ligadas al trabajo, el conocimiento común, todo está al borde ser sernos arrancado por unos planes de ajuste que sólo benefician a aquellos que a los que les dimos nuestro dinero para que no se hundieran casi gratis, y ahora lo están usando para reducirnos a la servidumbre en base a lo que togas las religiones y cosmovisiones han condenado siempre con el nombre de usura.
Las luchas deben confluir. Debemos levantar una gran alianza social contra los ajustes y la precariedad. Debemos defender lo público y las formas de vida ligadas al trabajo y a la socialización del conocimiento, al cuidado y a la reproducción de la vida. Y debemos hacerlo unidos pero democráticamente: sin dirigentes autonombrados que pretendan vivir de nuestro esfuerzo, sin politiqueros que nos empujen a las vías muertas de la pasividad y la delegación. La organización asamblearia es una necesidad del día.
Tengámoslo presente: nuestra acción es la única partera del futuro. Hoy, ahora, no podemos elegir no elegir.
José Luis Carretero Miramar.
Blog de la Sección de Enseñanza de la Confederación Sindical Solidaridad Obrera.
http://solidaridadobreraensenanza.blogspot.com/2011/10/quien-defiende-la-publica.html
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