Las huelgas educativas convocadas en veinticinco universidades de diferentes ciudades coinciden con la huelga convocada por la Marea Verde en educación primaria y secundaria en la Comunidad de Madrid. Las movilizaciones muestran la urgencia de reaccionar ante la pérdida de un derecho fundamental: educación igual para todos, independientemente del nivel de renta o el lugar de residencia de cada persona.
Si nos fijamos en la Comunidad de Madrid, donde las políticas de recortes van ligadas a la privatización de la educación en todos los niveles, podemos detectar la tendencia de las políticas educativas a nivel estatal. Las líneas de futuro parecen claras: congelación y reducción de los presupuestos de educación pública y externalización a través de los conciertos (las más de las veces a congregaciones religiosas). En el presupuesto de 2011 la reducción de la inversión fue del 3,87 %. A pesar de ello, el dinero destinado a conciertos educativos subió un 0,7 %. La consecuencia más significativa de esta política educativa es la segregación por renta y procedencia: en el barrio de Salamanca (ensanche burgués) los alumnos de la pública son el 16 %, mientras que en Villaverde (cinturón obrero) alcanzan el 62%. En el curso 2010-2011, cerca del 77% de los alumnos y alumnas de origen extranjero fueron matriculados en colegios públicos, y sólo el 17,6 % en colegios concertados.
En relación a la universidad, ya sabemos que el llamado Plan Bolonia pretende someter a las universidades públicas a condiciones de mercado y obliga a que paulatinamente la financiación requerida proceda de agentes privados. Esto ha hecho que las tasas se hayan disparado en toda Europa. En la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Aguirre ha decidido estrangular los presupuestos de las universidades públicas para acelerar su “ajuste” a las “condiciones” de mercado. En 2009 los recortes se tradujeron en la reducción del 20% de las inversiones en investigación, la congelación de los gastos corrientes y del 70% en las inversiones.
Para el próximo curso se prevé la duplicación de las tasas para los másteres. En paralelo y con apoyo institucional, han aparecido nuevas universidades privadas en zonas de alto poder adquisitivo. Algunas de ellas, como la Universidad Católica Francisco de Vitoria, se están beneficiando de la externalización de los servicios sociales, y gestionan recursos como los Centros de Integración y Participación (CEPI) que se ocupan de la intervención social con inmigrantes.
Desde las instancias de poder repiten una y otra vez que no hay más opciones que los recortes a la vez que fomentan los beneficios privados. Los alumnos y profesores que hacen huelga en colegios, institutos y universidades entienden lo público como un sistema basado en principios de equidad, universalidad y acceso por concurso. Es necesario todo el apoyo para conseguir lo que verdaderamente importa: una sociedad más justa, lo único que garantiza una vida mejor.
Fuente: Madrilonia
No hay comentarios:
Publicar un comentario