Autor/Grupo: Sr. Gómez Franco (GPS).
Destinatario: Sra. Presidenta del Gobierno.
Objeto: Se pregunta si considera que la política que está aplicando en el presente curso escolar contribuye a mejorar la calidad de la educación en la Comunidad de Madrid. Se adjunta documentación.
Para la formulación de su pregunta, tiene la palabra el señor Gómez, del Grupo Parlamentario Socialista.
El Sr. GÓMEZ FRANCO ("Desde los escaños."): Muchas gracias, señor Presidente. Señora Presidenta, ¿considera que la política que se está aplicando en el presente curso escolar contribuye a mejorar la calidad de la educación en la Comunidad de Madrid?
El Sr. PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría. Tiene la palabra, señora Presidenta.
La Sra. PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD (Aguirre Gil de Biedma.-"Desde los escaños."): Muchas gracias, señor Presidente. Pues sí, señoría, y ahí están los datos. Mire, 276 colegios bilingües en los que se enseña en inglés a los niños de la enseñanza pública, no sólo a los hijos de los gerifaltes socialistas sino también a todos los niños que van a la escuela pública madrileña. ("Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.") Hay 64 institutos bilingües, bachillerato de excelencia, programa de formación profesional dual, el alemán, el que tiene mayor calidad en este momento en el mundo entero. ¡Exámenes, señoría! ¡Exámenes!, que sé que a S.S. no le gustan por las razones que le dije el otro día.
Mire, a mí me parece que los institutos de especialización deportiva y todas las demás mejoras que hemos puesto en marcha en la enseñanza madrileña hacen que yo sí me considere satisfecha. Muchas gracias, señor Presidente.
El Sr. PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Presidenta. Señor Gómez, su turno de réplica.
El Sr. GÓMEZ FRANCO ("Desde los escaños."): Señora Aguirre, su conflicto con la comunidad educativa ha provocado ya la pérdida de seis días lectivos, seis días de clases perdidas por los estudiantes, seis días de salario perdido por los profesores, seis días de intranquilidad para las familias. Todas esas personas tienen nombres y apellidos, todas esas personas están dispuestas a pagar con sus clases, con sus salarios y con su tranquilidad lo que ya han pagado antes con sus impuestos: una enseñanza pública de calidad. ¿De verdad, señora Aguirre, cree que decenas de miles de ciudadanos sacrifican sus días de clase, su sueldo y su tranquilidad sólo para fastidiarla a usted? Pues no, señora Aguirre, sacrifican todo eso para denunciar que usted, en lugar de recortar el fracaso escolar, en lugar de recortar el abandono escolar, ha decidido recortar el número de profesores y las inversiones en la educación pública madrileña. ("Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.")
Hoy, señora Aguirre, ¡hoy!, se manifiestan en Sol decenas de miles de personas a los que usted ni va a ver ni va a escuchar. Pero hoy también se hallan en esta tribuna algunos padres y algunos profesores y, sin embargo, ellos sí están dispuestos a escucharla a usted. Hoy nosotros, mi Grupo, prestamos nuestra voz para que, aunque usted siga sin escuchar, al menos tenga que oírlos. Mire allá arriba, a la tribuna. Mire a Marino, que es profesor del instituto Duque de Rivas y niéguele que haya recortes; niéguele que en su centro hay quince profesores menos, y niéguele que su compañero de orientación esté impartiendo tecnología. ¡Mire allí! ("Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.") Mire arriba, que también está Andrés, el padre de un alumno del centro de secundaria Joaquín Araujo de Fuenlabrada y niéguele, mirándole a la cara, que se ha cargado el desdoble de inglés y el laboratorio en su centro. Estas personas, señora Presidenta, no son sus enemigos.
Señora Aguirre, usted no quiere hablar con ellos porque sólo quiere que vuelvan vencidos a sus clases. Usted está culpando de esta situación a sus víctimas, las víctimas de su política educativa en nuestra Comunidad. Ésa es la lógica de su conflicto, señora Aguirre: deteriorar cada año más, un poquito más, la educación pública para empujar a las familias a que lleven a sus hijos a la educación privada. Eso es una torpeza y una injusticia, y lo sabe usted bien. Le voy a decir la realidad, señora Aguirre: la realidad es que, de las 17 Comunidades Autónomas que hay en nuestro país, en inversión educativa es usted, señora Aguirre, la peor de la clase y además está sentada en la última fila intentando distraer al profesor.
El Sr. PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señoría.
El Sr. GÓMEZ FRANCO ("Desde los escaños."): Sí, señor Presidente. Señora Aguirre, asuma su responsabilidad, le toca a usted gobernar y no está gobernando; está obsesionada y preocupada por cómo encontrar un hueco, que ya no tiene, para salir en la foto, y se nota demasiado, señora Aguirre. Muchas gracias, señor Presidente. ("Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.")
El Sr. PRESIDENTE: Gracias, señor Gómez. Tiene la palabra la señora Presidenta.
La Sra. PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD (Aguirre Gil de Biedma.- “Desde los escaños.”): Muchas gracias, señor Presidente. Mire, señor Gómez, no es una opinión suya o mía, es que Madrid está a la cabeza de todos los “ranking” de calidad que se publican. ¡De todos!, el del Ministerio de Educación y el del informe PISA. (“Fuertes aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
Y, ¿cuáles son nuestras políticas? Mejorar la calidad de la enseñanza con el bilingüismo, con la excelencia, con los institutos especializados; garantizar la igualdad de oportunidades; fomentar la libertad de elección -ésa que a usted sólo le gusta para los ricos-, y hacer respetar la autoridad del profesor. Y a usted la calidad de la enseñanza le trae al fresco, señor Gómez. Pero, ¡si además lo ha dicho usted mismo! Usted ha dicho que su corazón está con los indignados, con los “okupas”, con la pancarta, con la bronca, pero no con la educación, señoría, ni con la educación de calidad. (“Protestas en los escaños de la izquierda.- Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
Yo, a todos estos señores que quieren que yo les reciba, les recibo con muchísimo gusto, como recibo a todos los madrileños que quieran venir a mi despacho. Pero, señoría, la realidad es que usted no defiende la calidad de la enseñanza porque le importa un bledo a su señoría. ¡Ya lo ha dicho! Usted está con los indignados y con los “okupas”. Y, mire, yo creo que hoy las aulas han visto de nuevo alterada la normalidad con el objetivo de paralizar esa caída libre que tiene su candidato. Hoy hemos visto que se utiliza también la huelga para que el señor Pérez Rubalcaba, responsable de todas las leyes educativas que han situado a España en la sima de la educación, pare esa caída libre en la que está.
Y, ¡qué quiere que le diga! A mí me parece que sacar a la gente a la calle… Toda España sabe, señoría, que han hundido a España no sólo económicamente, con los cinco millones de parados, sino también con el desprestigio internacional. ¡Qué quieren! Ahora sientan a ETA en las instituciones y, por si fuera poco, pretenden poner a una banda terrorista al mismo nivel que a un Estado democrático de derecho. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”) Y yo, ¿qué quiere que le diga, señoría? No me extraña nada que su candidato esté en caída libre.
Pero a usted lo que no le gusta sobre todo es que tengamos en cuenta el mérito y la capacidad. Para ser profesor de la pública hay que hacer una oposición, hay que tener en cuenta el mérito y la capacidad. Como para usted el verdadero mérito es decir que va a ganar las elecciones disfrazado de pulpo y pagarle 61.000 euros, que es el peor mejor pagado de España, no me extraña nada que usted esté en lo que está. Gracias, señor Presidente. (“Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.”)
El Sr. PRESIDENTE: Gracias, señora Presidenta. Pasamos a la siguiente pregunta.
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No se preocupe, presidenta, volverá a oirnos en la calle y en cada oportunidad que tengamos para hacerle saber que sus decisiones no son las correctas y que esta Comunidad se merece otro trato y respeto a su sistema educativo.
Volverá a oirnos.
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